Hace ya muchos años, hablando con mi querido amigo Paul Darragh sobre los mejores jinetes del mundo, siempre me acordaré de lo que decía:
“Hay muchos jinetes extraordinarios en el mundo, pero Ludger Beerbaum para mi tiene un diferencial, que es lo que tiene detrás, su organización detrás de las cuadras”, decía Paul.
La verdad es que el tiempo le ha dado la razón, ya que el montaje que ha organizado en Riesenbeck es fabuloso, y cada día aparece con nuevas ideas y parcelas distintas de negocio.
Paul tenía razón.
Carolo López-Quesada